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El nuevo año comienza atacando a nuestros bolsillos. Este 2003 se inaugura con subidas en los precios del gas natural y del teléfono, pero sobre todo de la factura de la electricidad. La liberalización del sector eléctrico obligará a los consumidores domésticos a asociarse para negociar en las mejores condiciones con las compañías eléctricas y poder así beneficiarse de esta nueva situación.

El precio de la electricidad aumentó desde ayer un 1,5 por ciento para el consumo de los hogares, porcentaje que se eleva hasta el 2 por ciento en el caso de las empresas. Por su parte, los consumidores de gas natural pagan desde ayer, primer día del año, un 0,15 por ciento más que en el ejercicio anterior. La cuota de abono de Telefónica también aumenta su precio desde ayer. En concreto, el incremento de esta tarifa asciende al 8 por ciento. Por contra, Telefónica abarata las llamadas nacionales e internacionales, no así las locales o provinciales.

Con el comienzo del año, entra en vigor la liberalización energética plena. Pero fuentes del sector consideran que los pequeños consumidores tendrán que impulsar la asociación y crear cooperativas para convertirse en grandes clientes y lograr precios aún más bajos. Las propias empresas creen que son las organizaciones de consumidores las que tendrían que fomentar este fenómeno. El aumento de tarifas, señalan se debe a que no hay asociación suficiente.

La clave está en las promotoras inmobiliarias y las grandes superficies, que son las que tienen capacidad para agrupar a un gran número de clientes domésticos y negociar precios más bajos. Esta parece ser la única vía que tienen los usuarios domésticos para beneficiarse de esta apertura del mercado. De todos modos, la presencia casi única de una compañía en un área geográfica hace casi imposible que el consumidor pueda cambiar de empresa, lo que la liberalización es convierte sólo en teórica ya que en la práctica nada se podrá hacer para cambiar de suministrador eléctrico.