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EUROPA PRESS-WASHINGTON El presidente del Gobierno, José María Aznar, avaló ayer la política de Bush contra Irak y admitió que no ve «muchos motivos para el optimismo» en el informe presentado por Irak a los inspectores de Naciones Unidas encargados de verificar el estado del arsenal armamentístico del país. «No creo que haya muchos motivos para el optimismo en la documentación presentada por Irak. Hasta ahora no he leído el informe pero transmito mi impresión de que tiene grandes carencias», comentó en una rueda de prensa ofrecida al término de su entrevista con el presidente norteamericano, George W. Bush. «El responsable de esta situación es Sadam y es él el que tiene la oportunidad de cumplir con las resoluciones, dijo. De otra parte, Aznar se refirió a la crispación política vivida en el Congreso, criticando que haya quien intente sacar rédito electoral de la catástrofe, y previno contra «ciertas demagogias políticas» que «sirven de pasto al radicalismo» y pueden ser utilizadas por algunos para intentar «perturbar» las instituciones del Estado.

Además, consideró un «gravísimo error» que algunos hayan decidido que el asunto del petrolero suponga «el fin» del Gobierno y del Partido Popular.«Algunos decidieron que este asunto tenía que suponer el fin del Gobierno y el fin del PP. Así lo decidieron y así se están comportando», dijo durante la rueda de prensa que ofreció tras entrevistarse con el presidente George W. Bush. Aznar dijo lamentar esta actitud porque la consideraba un «acto profundo de falta de responsabilidad y de solidaridad».