El sector pesquero de las Rías Baixas se mantuvo durante toda la
jornada en una tensa espera ante la posibilidad de que una tercera
marea negra se acerque a sus costas, mientras la mancha de
envergadura más cercana al litoral se sitúa a unas tres millas del
ayuntamiento asturiano de Llanes
Citó además como la mayor condensación de manchas fragmentadas la
situada a 28 millas al sudoeste de Cabo Silleiro, en un área
rectangular de 18 millas por seis de ancho.
Aunque no se han apreciado manchas de fuel en el interior de las
rías, los marineros de Baiona y Vigo recogieron ayer cerca de 40
toneladas de hidrocarburo.
El ministro de Fomento, Francisco Àlvarez Cascos, anunció en A
Coruña que la flota artesanal y «la que convenga» procedente de las
cofradías gallegas colaborarán «sistemáticamente» en coordinación
con la Administración en la limpieza del vertido gracias a un
acuerdo entre ambas partes.
Además, el ministro advirtió que la mancha de fuel procedente
del «Prestige» que se encuentra más cercana a la costa está a tres
millas al nordeste de Llanes (Asturias), mide dos millas por diez
metros y es «de color marrón espesa».
Desde primeras horas de la mañana, las Rías Baixas se prepararon
por si tuviesen que volver a defender sus barcos marisqueros y
caladeros, mientras varias embarcaciones salieron para vigilar la
posible entrada de nuevos vertidos.
Además, los miles de voluntarios que este fin de semana han
vuelto a faenar en las playas gallegas han continuado «contra
viento y marea» sus labores, según explicó el responsable de
Protección Civil de Muxía.
Sergio Villamor, un voluntario que trabajó en la playa de A
Muralla, muy cerca del puerto de Aguiño, explicó las dificultades
de retirar el fuel de las rocas de esta zona, ya que está muy
pegado y ni las paletas sirven para arrancarlo.
Algunos colectivos o instituciones, como el Ayuntamiento de
Pontevedra o un grupo de voluntarios de Cartagena han censurado la
actitud de la empresa Tragsa, encargada de las tareas de limpieza,
por entender que impide la colaboración de los trabajadores
altruistas gallegos.
Sin embargo, un portavoz de esta empresa aseguró que se limita a
coordinar a los voluntarios registrados por la Administración, si
bien tratan de atender a los que acuden por su cuenta.
Sobre la coordinación de voluntarios se llegó a un acuerdo entre
los ministros de Trabajo y Medio Ambiente, Eduardo Zaplana y Jaume
Matas, y varias ONG, para crear una unidad de coordinación de las
personas que acudan a limpiar las zonas afectadas, que comenzará a
funcionar hoy.
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