El Rey descubre una placa conmemorativa en el acto de inauguración.

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OTR/PRESS-PAMPLONA
En la sala institucional donde tuvo lugar la recepción a los Reyes, los ex miembros abertzales negaron el saludo al monarca y desplegaron una bandera de Navarra mientras cantaban el 'Eusko Gudariak', himno del soldado vasco. Durante el acto de recepción, al que acudió también el ministro de Justicia, José María Michavila, la representante de Batzarre Milagros Rubio, con pins de la bandera de republicana e ikurriña, entregó un sobre a Don Juan Carlos, mientras los ex parlamentarios de Batasuna cantaban el Eusko Gudariak. El presidente de la Cámara, José Luis Castejón, les invitó a callar, pero éstos terminaron la canción.

En ese momento Don Juan Carlos se acercó al portavoz de la suspendida Batasuna, Fernando Barrena, quien le negó el saludo, ejemplo que siguieron el resto de sus compañeros. Ante este rechazo, el parlamentario de UPN José Antonio Gayarre gritó «Viva el Rey», que fue acogido por aplausos de varios parlamentarios, frente a lo que el monarca respondió con un «Viva Navarra». Los parlamentarios de Batasuna abandonaron la sala.

En el sobre entregado el Rey -que prefirió cogerlo personalmente a que se lo enviaran por correo- Batzarre le trasladaba que el sistema republicano «es más democrático que el monárquico» y mostraba su rechazo a los atentados de ETA. También criticaba la ilegalización de Batasuna. Tras el incidente, tuvo lugar el acto de inauguración, en el que los partidos criticaron la actuación de los parlamentarios abertzales.

El Rey, por su parte, agradeció la «complicada labor» de los parlamentarios que, dijo, sufren con especial saña la amenaza terrorista y les animó a mantener esa actitud «valiente y decidida que constituye un ejemplo para todos». Don Juan Carlos añadió que la libertad de expresión es un hecho en España, a pesar de que, advirtió, algunos se han olvidado de que interrumpir su ejercicio es antidemocrático.