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Italia y España presentarán a la Convención sobre el futuro de Europa un documento común con la propuesta de un nuevo Tratado de Roma, acordado ayer por los dos jefes de Gobierno, Silvio Berlusconi y José María Aznar, quienes apoyan la elección de un presidente permanente del Consejo Europeo. Éste es el asunto más destacado de la cumbre italo-española celebrada ayer en la Villa Madama, en Roma, tras unas sesiones de trabajo en las que participaron los ministros de Exteriores y de Defensa.

Aznar subrayó el compromiso de España y de Italia de apoyar los trabajos de la Convención en el plazo previsto, para que sea bajo presidencia italiana cuando los jefes de la UE firmen un nuevo Tratado de Roma, pero aclaró que, si no da tiempo, el acto debería celebrarse igualmente en la capital italiana.

El jefe del Ejecutivo español explicó que el documento «italo-español sobre el futuro de Europa» refuerza el equilibrio entre las instituciones europeas, y también en el papel de la Comisión y Parlamento Europeo. «Sobre esa base de equilibrios se deben establecer las estructuras que adapten las instituciones europeas, con la elección de un presidente del Consejo europeo que asegure visibilidad y continuidad a los trabajos en el Consejo», dijo Aznar.

También señaló el apoyo «en atribuir plena personalidad jurídica internacional a la Unión, superando la actual estructura de pilares» y en «incorporar la Carta de Derechos Fundamentales al tratado», en «un sistema de clarificación de competencias, y en respetar el principio de subsidiariedad y garantizar la participación de los parlamentos nacionales en la política europea».