Las siete personas detenidas.

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Varios de los miembros de los GRAPO detenidos ayer por la Guardia Civil preparaban una estructura estable de la banda terrorista en Madrid, donde han sido arrestadas seis personas, mientras que en Valladolid ha sido capturada otra y se intenta localizar a una octava. Con esta operación, continuación de la llevada a cabo el mes de julio cuando se desmanteló la cúpula y los comandos operativos, se ha asestado un duro golpe al aparato de organización, de propaganda y de relaciones internacionales de la banda terrorista.

Además, la operación supone un golpe a la intención de la banda de montar una estructura en Madrid y, de hecho, ya contaban con responsables tanto del aparato político como del de finanzas y el de propaganda, detenidos. Estos son Francisco Javier García, Aníbal Saugar y Juan Carlos Matas, quien era además el enlace con la clandestinidad. Los otros tres detenidos en Madrid son ex presos históricos de la organización: Carmen López Anguita, Josefa Alarcón Lafuente «Pepa» y Victorio Calcerrada Fornielles, quienes facilitaban información a la anterior cúpula desmantelada en julio.

Mientras, en Valladolid fue capturada en la tienda que regentaba Eugenia Gimón Aranda. Desde 1996 Gimón, de 36 años, realizó tareas de organización para los GRAPO junto a su novio Joaquín Vieites Santos, a quien intenta localizar la Guardia Civil en virtud de una orden de la Audiencia Nacional. Durante la operación, la Guardia Civil practicó varios registros, entre ellos seis viviendas en Madrid, donde halló abundante material informático y escrito que está analizando. La Fiscalía ya solicitó las ocho detenciones cuando pidió en octubre la suspensión de las actividades del PCE (r), el brazo político de los GRAPO.

En su escrito, el fiscal estimaba «ilícitas» las actividades del PCE (r), por lo que pidió al juez Garzón la suspensión de éstas y la clausura de sus sedes y locales en España y en el extranjero. Una de las detenidas, Carmen López Anguita, quien salió de la cárcel en 1999, fue condenada a 385 años de prisión por varios delitos, entre ellos el atentado de la cafetería California de Madrid, perpetrado en 1979 y en el que murieron ocho personas. María Josefa Alarcón Lapuente, alias «Pepa», fue detenida en 1978 y condenada a 24 años de cárcel, de donde salió en 1994.