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OTR/PRESS-PRAGA El presidente del Gobierno, José María Aznar, lanzó desde Praga, al finalizar la Cumbre de la OTAN, un duro mensaje a ETA. Según dijo, los terroristas tienen ahora menos posibilidades que nunca de lograr sus objetivos. En la misma rueda de prensa, Aznar criticó con dureza el «escándalo» que, a su juicio, supone la pretensión del PNV de modificar la Ley Electoral en Alava.

Aznar aseguró que los miembros de ETA están «aislados», «solos», «perdidos» y «con menos posibilidades y menos esperanzas de conseguir sus objetivos» que nunca. «No tienen nada que hacer para conseguir sus objetivos». El presidente dirigió este mensaje desde Praga a «los propios terroristas y quienes les animan y consienten». Como argumento, Aznar aseguró que nunca ha existido una cooperación internacional en la lucha contra el terrorismo como la que existe ahora. España, además, se ha fortalecido en su «compromiso nacional para erradicar definitivamente cualquier acción terrorista en nuestro país».

Aznar aseguró que no hay diferencia alguna entre el terrorismo interno y externo, y que eso es lo que recoge la definición recogida por la Alianza en Praga, ya que hablar de «utilización de la violencia, el terror, para subvertir instituciones constitucionales, valores o para derribar gobiernos». Donde sí hay una diferencia, añadió, es en el tratamiento, ya que «un factor fundamental en algunos casos» es la iniciativa nacional.

En la misma rueda de prensa, Aznar se refirió a la pretensión del PNV de modificar la Ley Electoral en Alava. «Si se pretendiese un cambio con el objetivo de intentar dar un vuelco a la representación política en Alava me parecería sencillamente un escándalo», absolutamente escandaloso», insistió Aznar. Eso sería, añadió, «lo único que falta por hacer». «Espero que a nadie se le ocurra hacer semejantes cosas, sería especialmente grave», advirtió el presidente a los nacionalistas vascos. Sobre lo que no quiso pronunciarse el presidente del Gobierno es sobre el documento de condena del terrorismo aprobado hoy por la Conferencia Episcopal y, con ironía y recordando los conflictos pasados con la Iglesia, dijo que «los obispos escriben fino».