El Congreso envía al Senado la Ley de Calidad con la introducción de una única enmienda

La ministra de Educación, que fue aplaudida tras la aprobación del proyecto, aseguró que no le ha sido posible alcanzar acuerdos con el PSOE, porque los socialistas se limitaban a decir 'no' a la ley. No sólo el PSOE, sino que todos los grupos presentes en el Pleno, excepto CC, han tenido una actitud de rechazo de principio del texto del Gobierno.

Pese a que al Pleno del Congreso llegaron vivas, tras su acelerado paso por la Comisión de Educación, mil enmiendas, sólo una ha pasado a formar parte del texto definitivo que será remitido al Senado. Se trata de una modificación propuesta por Coalición Canaria sobre las funciones del profesorado, de la que el PP pensaba que ya se había incluido en la Comisión, pero que finalmente no fue así.

Tan sólo PP y CC respaldan la futura ley. La oposición en pleno coincide en denunciar no sólo el contenido del proyecto, sino también la aplicación y el modo en que se ha llevado a cabo su tramitación. La única posibilidad de llegar a un acuerdo con el proyecto de reforma del Gobierno sería empezar de cero a partir del diálogo. Sin embargo, la ministra de Educación, Pilar del Castillo, que recibió el aplauso de los diputados del PP al salir adelante la reforma, lamentó la imposibilidad de llegar a acuerdos con los socialistas por su actitud de 'no' a todo lo propuesto, a pesar de estar basado en «experiencias internacionales» y distintas estadísticas.

Explicó que la aplicación de la normativa se hará, una vez aprobada por el Parlamento, cuando se desarrollen los «numerosos» decretos y matizó que algunos aspectos, como la reválida, no se podrán poner en marcha hasta que una promoción de alumnos empiece un ciclo. «Los ritmos de aplicación serán distintos según las medidas adoptadas», concluyó.