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Los diputados del PP Fernando López Amor y Francisco González Pérez anunciaron ayer que no asesorarán a empresas privadas para que no quepa duda sobre su defensa de lo público y su actividad como parlamentarios. PSOE e IU habían lanzado duras críticas contra el PP y el Gobierno ante esta posibilidad, aunque ambos partidos habían considerado compatibles las dos funciones en la Comisión del Estatuto del Diputado, algo que recordaron tanto los dos parlamentarios como el PP.

El Pleno del Congreso debía votar el dictamen de la Comisión del Estatuto del Diputado que autorizaba a López Amor a ser miembro del Consejo de Administración de la inmobiliaria Chamartín y a González Pérez a ser asesor externo de la empresa de seguridad España Sociedad Anónima. Pero ante el revuelo que esta posibilidad ha levantado, comunicaron al portavoz parlamentario popular su decisión de renunciar a sus cargos en dichas empresas.

Tanto PSOE como IU lanzaron duras críticas al PP antes de conocer esta renuncia. El portavoz parlamentario socialista, Jesús Caldera, aseguró que es «dudosamente legal y éticamente inadmisible» que diputados del PP asesoren a empresas relacionadas con sus cargos parlamentarios. Este caso, dijo, demuestra que con el Gobierno popular «hay una confusión entre los intereses públicos y privados», seguramente pensando en la polémica abierta sobre Pedro Arriola.

Por su parte, su homólogo en IU, Felipe Alcaraz, aseguró que su partido está dispuesto a presentar una proposición de ley para reformar el reglamento del Congreso para que las incompatibilidades de los parlamentarios se regulen «de manera éticamente adecuada». Alcaraz denunció esta confusión del interés público y privado que provoca un desprestigio de la Cámara. López Amor y González Pérez se mostraron sorprendidos ante esta reacción, recordando que en la Comisión del Estatuto del Diputado se les permitió por unanimidad desempeñar las labores a las que han renunciado.