José Luis Rodríguez Zapatero fue aplaudido por los miembros de su partido.

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El secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, apuntó ayer el déficit en nuevas tecnologías, información, desarrollo e investigación (I+D+i) y formación de capital humano como el principal problema de la economía española y denunció que no encuentre respuesta en unos Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2003 no creíbles, «antisociales, autoritarios y antiguos». Zapatero sorprendió ayer al PP al subir a la tribuna del Congreso de los Diputados para asumir la portavocía del PSOE en el debate de totalidad de los Presupuestos Generales del Estado, para el que inicialmente se había anunciado al secretario socialista de Economía, Jordi Sevilla.

Tras la intervención inicial del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, en defensa del proyecto de Ley de Presupuestos, que ha sido objeto de enmiendas a la totalidad por parte de cuatro grupos parlamentarios, la presidenta del Congreso dio la palabra al Grupo Socialista. La presidenta del Congreso, Luisa Fernanda Rudi, pronunció el nombre de Jordi Sevilla pero, al ver que era Zapatero quien se levantaba de su asiento, rectificó de inmediato.

El líder socialista subió entonces a la tribuna de oradores y sus primeras palabras fueron de reproche para el presidente del Gobierno: «Es verdad, señor Aznar, que después de tantas invitaciones a hacer este debate, podía haber sido coherente con lo que ha venido manifestando en tantos sitios. Si este es el debate más importante del año, ¿por qué no lo ha hecho desde esta tribuna?», se preguntó.

La subida a la tribuna del secretario general del PSOE ha venido precedido de numerosos emplazamientos desde el PP pidiéndole que asumiera la portavocía en lo que consideraban ´el debate más importante del año´. Sólo dos horas antes del debate, el portavoz del Grupo Popular, Luis De Grandes, había proclamado que Rodríguez Zapatero no tenía «coraje» para subir a la tribuna y que su anunciada ausencia venía a confirmar que el líder del PSOE «no tiene nada que decir».