El gobernador del Banco de España, Jaime Caruana, durante su comparecencia en el Congreso.

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El gobernador del Banco de España, Jaime Caruana, señaló ayer que el crecimiento de la economía española «podría no exceder» el 2 por ciento en el conjunto de 2002, frente la previsión del Gobierno del 2'2 por ciento, mientras que considera que en 2003 el crecimiento económico español irá aproximándose paulatinamente a valores del orden del 3 por ciento, con una tasa media que puede superar el 2'5 por ciento.

Durante su comparecencia en la Comisión de Presupuestos del Congreso, Caruana indicó que, «a pesar del clima adverso», la economía española sigue registrando tasas positivas de crecimiento real. En materia de inflación, Caruana reconoció que se trata de «un motivo de preocupación» y estimó que la tasa de crecimiento del IPC al final de año «no se alejará mucho de la que se registra en este momento», situada en el 3'6 por ciento, según el último dato del mes de agosto.

Además del riesgo del diferencial de inflación, Caruana mencionó el endeudamiento de las familias y empresas como otro factor de preocupación de la economía española. En este sentido, señaló que la inversión en vivienda por parte de los hogares españoles y la creciente apelación al crédito hipotecario, además de haber provocado un incremento de los precios de la vivienda, introduce un elemento de riesgo.

El endeudamiento de las familias españolas ha crecido con gran intensidad en los últimos años, a pesar de la desaceleración económica, en tanto que el de las empresas está ligado a las operaciones de adquisición de activos en el exterior, señaló Caruana, quien apostilló que «el endeudamiento del sector privado no puede seguir creciendo a los ritmos que lo viene haciendo». Caruana apeló a las autoridades para que ayuden a contener el precio de la vivienda, a una recuperación del ahorro privado y a la moderación del crédito para frenar riesgos futuros.