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El ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Eduardo Zaplana, defendió ayer la necesidad de abrir un debate sin plazos sobre la flexibilidad del despido, desde la «tranquilidad y serenidad» de no tener que adoptar una «medida acuciante» a corto plazo. Zaplana, que intervino en el «Forum Europa» organizado por Nueva Economía, respondió así a una pregunta del catedrático Ramón Tamames sobre la flexibilidad de empleo en la que argumentaba que en anteriores reformas laborales habían quedado cuestiones pendientes, como los 1.200 días como compensación máxima en el despido improcedente, muy alejado de las cuotas europeas.

El titular de Trabajo indicó que hay algunos debates que, mientras se están abriendo en otros países, en España hay «especialmente miedo» a plantear, lo cual considera «un error». En este sentido se preguntó por qué no abrir al debate estas cuestiones fundamentales, «sin ningún punto determinado previamente convenido, sino simplemente hablar sobre ellas». «Enriquecería a todos desde el punto de vista de mejorar el criterio planteado inicialmente, y condicionar qué decisiones en el futuro sean más acertadas», argumentó.

A su juicio, en España hay un «miedo escénico absurdo» al debate de cuestiones consideradas «tabús», y que son necesarias. «Apoyo la valentía de los gobiernos que ponen encima de la mesa cuestiones que pueden ser delicadas, pero que cuando se recorren desde el diálogo y muchas veces desde el acuerdo dan un resultado espléndido». «Aquí no debemos tener el miedo a abrir un debate de esa naturaleza, sobre todo cuando hay tiempo más que de sobra para poderlo realizar, cuando estamos en periodo de tranquilidad y serenidad y no hay que tomar una medida acuciante para mañana», concluyó.