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La Bolsa española ha terminado la peor semana del año, con un descenso acumulado del 6'2 por ciento, después de que en esta sesión cediera un 1 por ciento, la séptima caída consecutiva, y marcara un nuevo mínimo anual en 5.761 puntos. Afectado por las pérdidas de los grandes bancos, debido a la depreciación del real brasileño, el índice Ibex-35 ha caído un 1 por ciento y ha cerrado en 5.761'10 puntos, lo que supone un recorte anual superior al 31 por ciento. La Bolsa de Madrid ha bajado un 0'99 %.

En ausencia de noticias relevantes, los grandes valores con intereses en Latinoamérica han sido en gran parte los causantes de este nuevo descalabro, debido a una nueva pérdida de valor del real brasileño, cercana al 4 por ciento, hasta 3'46 unidades por dólar, y a las divergencias existentes entre el FMI y Argentina. De esta manera, el banco Santander Central Hispano ha cedido un 5'62 por ciento -segunda mayor caída del IBEXy el BBVA, un 3'26 por ciento, mientras que el Popular avanzó un 4'67 por ciento -segunda mayor subida del IBEX- al actuar como valor refugio en el sector financiero por sus escasas inversiones en Latinoamérica.

Endesa cayó un 3'91 por ciento, al no poder conjurar la nefasta semana que ha vivido, tras confirmar hoy que mantendrá el pago de dividendo y que venderá activos para aminorar deuda. De otros grandes valores con intereses en la zona, Telefónica consiguió acabar con ganancias, un 0'48 por ciento -su filial TPI avanzó un 1'69 por ciento y Móviles, un 0'65 por ciento-, así como Repsol, que avanzó un 0'16 por ciento a la vez que el precio del petróleo se aproximaba a 29 dólares por el temor a un ataque a Iraq.