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La pieza radiactiva que se había perdido en la base militar británica de Gibraltar el miércoles apareció finalmente ayer. Fue la propia Royal Navy quien la encontró en un astillero de la propia base. El episodió motivó que el Gobierno español pidiera explicaciones a Londres, obteniendo garantías de que la pieza no es peligrosa. A su vez, la oposición gibraltareña y los ecologistas se echaron encima del Gobierno británico por la falta de información facilitada y por el bajo nivel de seguridad demostrado en la Roca.

Los responsables militares británicos en Gibraltar anunciaron que habían encontrado la pieza radiactiva en el astillero de la base naval de la Roca en un escueto comunicado, tras una investigación «rigurosa». El Ministerio de Defensa británico aseguró, por medio de un portavoz en el Peñón que, a raíz de este incidente, se llevará a cabo una revisión de todos los procedimientos de «seguridad interna» en la base militar.

El objeto perdido y recuperado se utilizaba para probar el grado de radiactividad existente en los equipos de la base militar y los astilleros. La pieza, que desapareció el pasado miércoles, era de 5 centímetros de tamaño, tenía forma esférica y estaba sellada, por lo que un portavoz militar de la base subrayó ayer que el riesgo de exposición radiactiva era «muy poco» para una persona que la pudiese manipular.

Antes de que la pieza apareciera, el encargado de negocios de la Embajada española en Londres, José Argüelles, se desplazó a la sede del Foreign Office, donde le aseguraron que la exposición a este objeto, a pesar de ser radiactivo, no ofrece riesgo alguno para las personas. La presidenta del PP-A, Teófila Martínez, aprovechó para afirmar que «los responsables del Gobierno en Gibraltar están obligados a ser más responsables con todas aquellas actuaciones que puedan deteriorar el medio ambiente».