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EFE-PAMPLONA El presidente del Gobierno de Navarra, Miguel Sanz, ha anunciado su intención de modificar la Ley Foral de Símbolos para sancionar a los ayuntamientos que exhiban la ikurriña entre sus enseñas oficiales, lo que ha provocado la crítica de los partidos nacionalistas e incluso del PSN-PSOE, que ha calificado la iniciativa de «inoportuna». Según ha explicado Sanz, esta modificación de la Ley de Símbolos contemplaría sanciones como la imposición de multas o la retirada de subvenciones y ayudas a los ayuntamientos navarros que hagan ondear la ikurriña en sus balcones.

Tras conocerse la intención del Gobierno Foral, el presidente del PNV en Navarra, José Antonio Urbiola, calificó la medida como «absurda y una barbaridad», ya que «es de sobra sabido que la ikurriña no es exclusivamente la bandera oficial de la CAV», sino que «representa unas ideas muy por encima de lo que son divisiones administrativas concretas».

Por su parte, el parlamentario navarro de Batasuna Félix Puyo aseguró que se trata de «una medida de un claro talante fascista», ya que «se quiere evitar que miles de personas puedan expresar su nacionalidad de forma oficial en sus ayuntamientos». También criticó la medida la parlamentaria de Batzarre Milagros Rubio, quien señaló que, «al margen de la viabilidad jurídica, políticamente es impropio del mínimo exigible a cualquier gobernante el que se dedique a atizar el enfrentamiento inter-étnico en una comunidad plural como la nuestra, cuando ya está bien 'caliente' la situación».

Además, el presidente de EA en Navarra, Koldo Amezketa, dijo que «lo más patético es que se esté utilizando el último atentado y sus terribles consecuencias para mezclarlo todo y tratar de justificar su vieja pretensión». Al respecto, el secretario general de UPN, Alberto Catalán, expresó su rechazo a la postura de los partidos nacionalistas por «despreciar la bandera de Navarra».

Aralar considera una «falta de respeto a la pluralidad navarra» el veto a la ikurriña en los consistorios
Aralar considera que el anuncio del presidente de Navarra, Miguel Sanz, de prohibir la ikurriña e incluso denegar subvenciones y ayudas a los ayuntamientos de esa comunidad que coloquen esta emblemática bandera en sus balcones es «el símbolo y la expresión de la falta de respeto a la pluralidad navarra y a la libertad» de sus habitantes y le exigió que «retire de inmediato sus amenazas». La formación de Patxi Zabaleta señaló que las intenciones de Sanz constituyen «una verdadera aberración y suponen el volver a los tiempos anteriores a Suárez y Martín Villa» y recordó que la ikurriña «fue entonces símbolo y cauce del logro de libertades políticas, lo que por desgracia no pudo ser el fuero, ya que en contra de su naturaleza de libertad, había sido prostituido en provecho del franquismo». A su juicio, la «normalidad democrática» se tiene que basar, entonces, «en el respeto efectivo de la pluralidad y de la diversidad política, social y cultural de los navarros». «Y esta pluralidad exige volver a colocar la ikurriña en el balcón del Ayuntamiento de Pamplona, donde permaneció durante años en pacífica convivencia con otros símbolos y con plena aceptación popular», señaló. Por ello, exigió a Miguel Sanz que «retire de inmediato sus amenazas de utilización del dinero público con fines ideológicos y se comprometa a empezar a ser presidente del gobierno de todos los navarros y no sólo de los que piensan como él».