TW
0

El Gobierno anunció ayer su disposición a abrir un proceso de negociación con CC OO y UGT sobre el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) y confirmó además para el año próximo la creación de 280.000 empleos, un crecimiento económico del 3 por ciento y un 5'5 por ciento más de fondos para infraestructuras. El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, y el de Trabajo, Eduardo Zaplana, anunciaron esos compromisos durante una conferencia de prensa conjunta celebrada ayer noche tras reunirse con los secretarios de Acción Sindical de CC OO y UGT, Fernando Puig-Samper y Antonio Ferrer.

Tras el acto celebrado en el marco de las reuniones anuales del Gobierno con los agentes sociales para informarles sobre las líneas generales del próximo presupuesto, los sindicatos lamentaron que las cuentas del 2003 carezcan de medidas efectivas para crear más riqueza y empleo y hacer frente a la situación económica mundial. El ministro de Trabajo se refirió al próximo septiembre como mes para iniciar ese diálogo, que se avecina, dijo, «muy complejo», con «implicaciones múltiples y no sólo económicas» tal como las propias centrales han señalado, dijo Zaplana.

«Pues bien -dijo- estamos dispuestos a hablar» en relación con este asunto «reiterativo y complejo», insistió Zaplana tras valorar las pautas de los próximos presupuestos, orientados una vez más, señaló, al objetivo del fomento del empleo y especialmente de los grupos con más dificultades para acceder a un puesto de trabajo.

Por su parte, el ministro Montoro insistió en el compromiso del Gobierno un año más con el objetivo presupuestario con unas cuentas públicas que al mismo tiempo incrementan las partidas destinadas a gasto social, innovación tecnológica y seguridad ciudadana. El titular de Hacienda no dio detalles sobre la cifra de gasto social para el 2003 pero afirmó que «los presupuestos del próximo año tendrán un alto contenido social» teniendo en cuenta cambios como la transferencia de la Sanidad a las comunidades autónomas. Cristóbal Montoro recalcó que las cuentas públicas para el año próximo fortalecerán aún más el crecimiento económico español y eso, añadió, derivará en una mayor riqueza y creación de empleo.

Por su parte, los sindicatos criticaron al Gobierno por recurrir a políticas de reducción del gasto público como lo es la reforma de la protección por desempleo, dijeron, para intentar cuadrar sus cifras y alcanzar así el objetivo de equilibrio presupuestario, al tiempo que reprocharon la pérdida de ingresos para las arcas públicas que implicará también la próxima reforma del IRPF. «No hay en España en este momento ningún motivo para sentir alegría» en relación con los próximos presupuestos del Estado, Fernando Puig-Samper tras alertar de problemas tan graves a su juicio, como la falta de control de la inflación. También el dirigente de UGT Antonio Ferrer se refirió al problema de la elevada inflación en España, que no está controlada pero sí que inspira al Gobierno, dijo, para recurrir a demandas salariales irreales que no se corresponden con la evolución de los precios.