Matas asistió a la presentación de Eduardo Zaplana como ministro de Trabajo y a la despedida de Aparicio.

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J.M El Govern teme que el nuevo Gobierno adopte una línea más dura que el anterior, y que la actitud de Madrid vaya en detrimento de los intereses de Balears. El president del Ejecutivo balear, Francesc Antich, manifestó ayer que el «cambio de cara» debe contemplar el diálogo, aunque puso en duda la voluntad de algunos de los nuevos ministros por mejorar las relaciones con las comunidades autónomas. Antich apuntó que algunos de los nuevos responsables de los ministerios del Ejecutivo central forman parte del «aparato más duro de Aznar, como el caso de Javier Arenas», nuevo ministro de Administraciones Públicas, y lamentó que se haya sustituido a ministros «dialogantes» como Juan Carlos Aparicio, hasta anteayer titular de Trabajo.

El presidente del Govern anunció que ayer mismo su Ejecutivo remitió una carta a Javier Arenas en la que le explica «la grave situación en la que se encuentra Baleares respecto al resto de España» a causa de los perjuicios de la insularidad, por lo que le insta a «que cumpla la Ley de Régimen Especial» de Baleares (REB). Asimismo, el jefe del gabinete balear añadió que el nuevo ministro «deberá ponerse las pilas rápidamente» en este asunto porque «no estamos para perder mucho tiempo».

Por otro lado, Matas deberá dejar el Gobierno antes del 15 de abril si aspira a ser el candidato del PP en las próximas elecciones autonómicas. El ministro de Medio Ambiente tendrá que renunciar a su cartera quince días después de que el presidente del Govern, Francesc Antich, convoque las autonómicas y poco antes de que se haga efectiva la presentación de la candidatura del PP. La condición de ministro de Matas le hace inelegible en caso de mantener el cargo y, por lo tanto, está obligado a renunciar como ministro si quiere ser el candidato.