Los ediles de Batasuna de San Sebastián llevaron a cabo un plante institucional.

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El Ministerio Público responde así al requerimiento que Garzón le hizo en marzo para determinar si Batasuna podría ser declarada responsable civil subsidiaria de los 18.227.636 euros en los que se tasaron los daños causados por la violencia callejera. El argumento del fiscal consiste en que Segi es una organización dependiente de ETA y, por tanto «su responsabilidad patrimonial ha de ser cubierta por las demás estructuras de la organización, entre las que se cuenta HB-EH-Batasuna ya que la actividad desarrollada se produce en el seno del funcionamiento de ETA y las relaciones de complementariedad e interdependencia entre sus estructuras está plenamente acreditada».

Molina explica que la jurisprudencia ha derivado en «un ensanchamiento gradual del campo de responsabilidad» a la hora de determinar la responsabilidad civil, hasta el extremo de exigir dos circunstancias: que exista una relación de dependencia orgánica y funcional o análoga entre el autor del delito y la organización, y que el agente actúe dentro de las actividades propias de la organización, aunque sea extralimitándose en ellas.

En este sentido, Molina reproduce documentos intervenidos en 1986, para probar cómo Jarrai "que al fusionarse con la francesa Gazteriak dio lugar a Haika, a la que a su vez sustituyó Segi" se financiaba de ETA. Posteriormente estableció sus propias vías de autofinanciación.

El fiscal insiste en que «el control ejercido desde Ekin sobre la 'kale borroka' y su ejecución por Jarrai-Haika no es ajeno al carácter instrumental que esta última organización adquiere dentro de ETA-Ekin». «Prueba de ello "afirma" son los daños provocados por Segi en las jornadas de lucha como consecuencia del fallecimiento de la etarra Olaia Castresana y las reuniones que miembros de Segi mantienen con la parlamentaria de EH Araiz Zubimendi en la organización de dicha convocatoria».