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El vicepresidente primero del Gobierno y ministro del Interior, Mariano Rajoy, sugirió ayer que para luchar contra la inmigración ilegal podrían ampliarse los países a los que se pide visado y que éste debería ser común a toda Europa, pero el líder del PSOE cree que «lo que hace falta» es cambiar de Gobierno.

La petición de visado para entrar como turista a países de la UE que ahora no lo requieren, e impedir así «que de legales se conviertan en ilegales», sería uno de los planteamientos en la UE, dijo Rajoy; el ministro añadió que este año podrían presentarse algunas modificaciones a la actual Ley de Extranjería en España.

«Modelo de visado común europeo, oficinas consulares comunes en la UE, una política europea de fronteras y la mejora de los procedimientos de expulsión» son los ejes sobre los que debería bascular la reforma de la ley, que implicaría también cambios en la Ley de Enjuiciamiento Criminal y el Código Penal, según dijo.

Sobre la posibilidad de que la modificación elimine los mecanismos de regularización por arraigo, para lo que se requiere una permanencia en el país de cinco años, dijo que España «marcará el criterio que fije la UE» y advirtió que la inmigración «va a exigir un proceso constante de modificaciones de las legislaciones».

Para el coordinador general de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, las medidas de «endurecimiento» de la ley que prevé el Gobierno «no son otra cosa que el programa de la extrema derecha europea» y propiciarán la creación de una nueva clase social, «la de los parias», una idea con la que coincidió la Dirección de Inmigración del Gobierno Vasco, que considera que se condenará «a más de 200.000 inmigrantes a la explotación laboral».