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El presidente del Gobierno, José María Aznar, subrayó ayer que no se pueden aplazar por más tiempo algunas de las reformas económicas previstas en el proceso de Lisboa y confió en que el Consejo Europeo de Barcelona permita liberalizar los dos tercios del mercado energético «en fechas no inmediatas». «Tenemos una gran oportunidad; no la podemos desaprovechar», señaló el presidente de turno del Consejo Europeo y, tras manifestar su confianza en que el espíritu de sus colegas permita alcanzar acuerdos positivos, recordó que a él no le gustan «las divagaciones».

Recalcó por tanto su intención de redactar en Barcelona unas conclusiones «breves», en las que los Quince se impongan unos «deberes». Tras lamentar que el proceso de Lisboa ha registrado hasta ahora «resultados muy desiguales», con avances en algunos sectores y «una parálisis grave en otros», señaló que el Consejo Europeo de Barcelona debe servir para «retomar con todas sus consecuencias» la estrategia fijada en la capital portuguesa.

Una vez que se aprecian ya indicios de una recuperación económica «sólida» en la UE, Aznar animó a conjurar el riesgo de que la economía de EE UU despegue más rápidamente, mientras los europeos se sientan «a tomar el sol», e insistió en la necesidad de lograr en Barcelona «conclusiones y decisiones concretas, con compromisos concretos» y «un programa de deberes» para los próximos años basado en un equilibrio que no sea «paralizante». En lo relativo a la integración de los mercados energéticos, animó a garantizar interconexiones eléctricas que eviten «cuellos de botella» y se comprometió a impulsar el mayor avance posible en la apertura de estos sectores, para lo que espera el consenso.

Al respecto, consideró posible un acuerdo para «liberalizar hasta dos tercios» de los mercados eléctricos y de gas «en fechas no inmediatas» y llamó la atención sobre la importancia de «pasar de cero a dos tercios», aunque le gustaría llegar al cien por cien. Desde el PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero criticó que el Gobierno pida a los demás países en materia de liberalización del sector eléctrico «lo que él no hace» y advirtió a Aznar que no puede «dar lecciones» porque España está instalada «en los apagones». Zapatero lanzó esta crítica poco antes de recibir a los primeros ministros y líderes socialistas que participan en la reunión del Partido Socialista Europeo.