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El trasvase del Ebro, que llevará 1.050 hectómetros cúbicos al arco mediterráneo, recorrerá 912 kilómetros, de los que 480 serán de nueva construcción, y afectará ambientalmente a cuatro espacios naturales, según el trazado definitivo presentado ayer por el ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas. El proyecto inicial preveía que el canal recorriera 1.073 kilómetros y afectara a dieciocho zonas protegidas, por lo que el presentado ayer reduce el impacto ambiental. El presupuesto de 4.207 millones de euros (unos 700.000 millones de pesetas) y la cantidad de 1.050 hectómetros cúbicos de agua a trasvasar del Ebro se mantienen en esta propuesta definitiva, que detalló en conferencia de prensa el ministro, junto con el secretario de Estado de Aguas, Pascual Fernández, y otros cargos de su departamento.

De los 912 kilómetros de longitud total del trasvase, 161 menos que en el proyecto inicial, 480 serán de nueva construcción y de estos 281 irán por canales, 87 por túneles, 68 por acueductos y 44 por tuberías. Los restantes 432 kilómetros aprovecharán las infraestructuras y conducciones ya existentes como el canal Cherta-Calig, el minitrasvase de Tarragona, los canales del postrasvase Tajo-Segura o la futura autovía del agua de Almería. Jaume Matas destacó que las afecciones ambientales en el recorrido diseñado por su departamento son «muy pequeñas y limitadas» y además las cuatro zonas que podrían verse alteradas "la Sierra de Ricote-La Navela, el curso alto del río Mijares, el curso medio del Júcar y la Rambla de Bolbaite" serán debidamente corregidas tras la correspondiente evaluación de impacto ambiental.

En este sentido el ministro afirmó que se ha reducido considerablemente el número de zonas naturales protegidas interferidas en la primera propuesta, al reducirse de 18 a 4. «Estamos ante una solución sostenible que beneficia a todos los ciudadanos y prioriza los aspectos ambientales», aseguró Matas, quien concretó que ni el coste del trasvase ni los plazos de ejecución han sufrido variaciones. El trasvase del Ebro, que llevará 190 hectómetros cúbicos a las cuencas internas de Cataluña, 350 a la del Júcar, 450 al Segura y 95 a Almería, garantizará la sostenibilidad de los acuíferos sobreexplotados de las zonas del levante español, los regadíos infradotados y el abastecimiento de las ciudades con problemas en la actualidad, aseguró Matas.