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El secretario general del PP, Javier Arenas, anunció ayer que en septiembre y octubre este partido celebrará conferencias políticas en las comunidades donde es oposición para «relanzar el trabajo» en esos territorios y «trasladarles a los ciudadanos que allí estamos preparados para gobernar». Después de la reunión del ejecutivo nacional del PP, Arenas dijo que, probablemente, se celebrará la conferencia de Extremadura en el tercer fin de semana de este mes, y la de Andalucía en el cuarto. En octubre serían las de Balears, Castilla-La Mancha y Asturias.

También indicó que el partido prepara para noviembre y diciembre un seminario sobre la Constitución y los Estatutos. Arenas considera que el próximo mes de octubre, los electores gallegos tendrán que elegir entre el «aval» que supone la figura de Manuel Fraga o un posible pacto entre el PSOE y el nacionalismo «radical» del BNG. Según explicó Arenas al término de la reunión "que contó con la presencia de su presidente fundador, Manuel Fraga", donde se analizó la situación de la política gallega, se trata de unas elecciones en las que hay dos opciones: el PP, con el aval de la figura de Manuel Fraga y la transformación que se ha producido en Galicia en los últimos diez años, o el posible pacto del PSOE con el BNG.

Arenas recordó que, aunque al PSOE le «siente mal», hay un hecho cierto como es que en Balears los socialistas gobiernan con formaciones políticas que defienden la independencia, que en Catalunya tienen un pacto cerrado con ERC o que están pensando en pactar con el nacionalismo radical en Galicia. Sobre esta cuestión se pronunció el líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, al asegurar que los socialistas van a poner «toda la carne en el asador» para conseguir derrotar a Manuel Fraga en las elecciones gallegas del 21 de octubre, por lo que están dispuestos a contar con el apoyo de los nacionalistas del BNG para conseguir que el candidato del PSdeG, Emilio Pérez Touriño, lidere el futuro Gobierno.

En una rueda de prensa posterior a la reunión de la ejecutiva, Zapatero defendió esta posible alianza con el BNG como «la mejor forma» de contribuir a la cohesión y vertebración de España. En este sentido, señaló que el PSOE va en «serio» y están dispuestos a llegar a acuerdos con los nacionalistas, a pesar de que el PP y el Gobierno les ataquen por pactar con quienes cuestionan la «unidad de España», como indicó la pasada semana José María Aznar. Zapatero matizó que no es «nacionalista», pero tampoco «antinacionalista ni antinadie que viva al amparo de las reglas democráticas» de la Constitución.