El fiscal general del Estado, Jesús Cardenal, rechazó ayer la
propuesta del jefe de la Inspección Fiscal, Juan José Martínez
Zato, y mantendrá la Junta de Fiscales de Sala prevista para el día
10, en la que se debe decidir sobre la imputación del ministro de
Asuntos Exteriores, Josep Piqué. Mientras tanto, Cardenal sigue
recibiendo críticas del PSOE, que denuncia que nunca ha habido un
fiscal general tan servicial al Gobierno como él. Desde el
Ejecutivo se defiende su gestión y su independencia, e incluso el
ministro de Justicia, Àngel Acebes, aseguró que los socialistas
sólo desean ver un ministro imputado, recordando los precedentes en
los gobiernos de Felipe González.
Por otra parte el fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia
de Catalunya (TSJC), José María Mena, aseguró ayer que la Fiscalía
se encuentra en una situación de «escándalo social que no le
beneficia en absoluto». El Jefe de la Inspección Fiscal, Juan José
Martínez Zato, instó el jueves por escrito al fiscal general del
Estado, Jesús Cardenal, a que desconvoque la Junta de Fiscales de
Sala que debe pronunciarse sobre si procede citar como imputado a
Piqué, por la venta de la empresa Ertoil. De esta forma, Zarto se
sumó una petición similar realizada por el fiscal jefe
anticorrupción, Carlos Jiménez Villarejo.
Por otra parte el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón
aseguró ayer que «no es un buen espectáculo» que la batalla de los
fiscales por el 'caso Piqué' se resuelva en los medios de
comunicación. «Si hay indicios de delitos, los mecanismos legales
están en la Ley, y deben ser apreciados, por lo que habrá que
esperar a que se actúe de acuerdo al derecho», dijo. El ministro de
Justicia, Àngel Acebes, declaró ayer que «el PSOE y algunos que
están colaborando con él en la misma estrategia, están buscando la
forma de intentar buscar un ministro imputado después de los
precedentes que han tenido los gobiernos socialistas», lo que
calificó de «vergonzoso».
La réplica del PSOE vino de la mano del secretario de Libertades
Públicas del PSOE, Juan Fernando López Aguilar, quien afirmó que el
fiscal general del Estado, Jesús Cardenal, está haciendo justo lo
contrario de lo que le ordena la Constitución, que es investigar
delitos y depurar las responsabilidades de los presuntos culpables.
La situación ha llegado a tal extremo que Jesús Cardenal pidió
«tranquilidad» y «no dar más vueltas al asunto» pero, mientras,
otros fiscales hablan de el «desprestigio» que a su juicio ha
causado en esta institución la polémica.
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