El ministro Ángel Acebes y el socialista Juan Fernando López Aguilar durante la presentación del acuerdo.

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De esta forma se pone fin a una negociación que tuvo como principal escollo el sistema de elección de los vocales del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), que, finalmente, será una fórmula mixta. El Parlamento elegirá a doce de los vocales a propuesta de los propios jueces, y a los ocho restantes sin propuesta previa. El ministro de Justicia, Àngel Acebes, aseguró que el acuerdo cuenta con el total apoyo de CiU y CC. Por su parte, IU y PNV ya han anunciado que no se sumarán al pacto.

El propio Acebes, por parte del Gobierno, el secretario de Libertades Públicas y Desarrollo Autonómico del PSOE, Juan Fernando López Aguilar, y el portavoz parlamentario del PP, Luis de Grandes, fueron los encargados de firmar el pacto de Estado para la reforma de la Justicia. Se trata del segundo gran pacto que suscriben estas tres partes, después del 'Acuerdo por las libertades y contra el terrorismo' que rubricaron en diciembre del año pasado los secretarios generales de ambos partidos, José Luis Rodríguez Zapatero y Javier Arenas, y el presidente del Gobierno, José María Aznar.

El acuerdo ha sido posible gracias al acuerdo logrado con respecto a la elección de los miembros del CGPJ. Mientras el PSOE defendía el actual modelo parlamentario, el Gobierno apostó por la elección de los representantes judiciales por los propios magistrados. Finalmente, se acordó una fórmula mixta. Las asociaciones de jueces propondrán un máximo de 36 candidatos, de los cuales el Congreso y el Senado escogerán doce. Los ocho miembros restantes del Consejo serán elegidos por el Parlamento, sin propuesta previa. Los firmantes del pacto pretenden que el nuevo modelo pueda ser aplicado en la renovación del Consejo, que tendrá lugar en el mes de julio.

Tanto Acebes como López Aguilar aseguraron que este sistema cumple el objetivo de despolitización del máximo órgano judicial que se marcaron ambas partes a la hora de iniciar las negociaciones. Gobierno y PSOE consideran que la reforma se ha hecho pensando en el ciudadano, ya que el propósito de esta reforma, que tendrá un coste aproximado de 250.000 millones de pesetas adicionales a los Presupuestos ordinarios, es lograr un servicio público rápido, eficaz y de calidad, en el plazo de dos legislaturas.

La reforma no se refiere de forma concreta a la limitación de mandatos de los jueces en la Audiencia Nacional, aunque sí se recoge el compromiso de reflexionar sobre el tiempo de permanencia en determinados juzgados especializados. Según Acebes, esto incluiría a los magistrados de la Audiencia Nacional, para «evitar abusos de poder, los sumarios pilotados y el estrellato de los jueces», tal y como precisó López Aguilar. Según el Ministerio de Justicia, es el primer acuerdo en la democracia española que alcanzan Gobierno y oposición para mejorar y modernizar la justicia.