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Francia extraditó ayer a la etarra Idoia López Riaño, alias «Tigresa», a la que Interior atribuye su participación en varios atentados que causaron la muerte de 23 personas, entre ellos doce guardias civiles en una acción cometida en Madrid. La «Tigresa», vestida completamente de negro, llegó al aeropuerto madrileño de Barajas a las 12:10 horas en un vuelo regular de Air France procedente de París, escoltada por policías galos que hicieron entrega de la etarra a funcionarios judiciales españoles y fue trasladada posteriormente a la prisión de Soto del Real.

La etarra, con un «historial sangriento», en palabras del ministro del Interior, Mariano Rajoy, perteneció a los comandos de ETA «Oker», «Ekaitz» y «Madrid» y acaba de cumplir una condena de cinco años de cárcel en Francia por asociación de malhechores. López Riaño tiene catorce órdenes de busca y captura dictadas por la Audiencia Nacional. La «Tigresa» se integró en 1986 en el «comando Madrid», autor de la explosión en abril de ese año de un coche bomba contra un vehículo de la Guardia Civil en la capital, lo que causó la muerte de cinco agentes y heridas a otros cuatro, además de a cinco civiles que transitaban por el lugar.

Las fuerzas de seguridad atribuyen al comando los asesinatos en junio de 1986, también en Madrid, del teniente coronel Carlos Besteiro Pérez, del comandante Ricardo Sáenz de Ynestrillas Martínez y del soldado conductor Santiago Casillas Martín, cuando viajaban en un vehículo oficial. La acción más sangrienta de este comando fue el atentado con coche bomba en julio de 1986 contra un autobús de la Guardia Civil en la plaza de la República Dominicana de Madrid donde resultaron muertos doce guardias civiles y numerosos heridos.

«Tigresa» se integró en 1991 en el «comando Ekaitz» junto con Jose Luis Urrusolo Sistiaga, Jesús Narváez Goñi e Itziar Aberdi, que actuaba en Catalunya, Levante y Andalucía. «Tigresa» fue identificada como la etarra que junto a Urrusolo Sistiaga hicieron explosionar un coche bomba frente a las viviendas militares de las Avenidas y de la detonación en un chalet de la calle Arquitecte Bennàssar de Palma a finales de julio de 1991, acciones en las que resultaron heridas dos personas.