Aznar asistió ayer al Pleno del Senado por primera vez en esta Legislatura.

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EFE-SAN SEBASTIÀN La posibilidad de que PNV-EA logre la presidencia del Gobierno Vasco con el apoyo de EH, dado que si esta formación votara a su candidato Juan José Ibarretxe «no tendría más remedio que aceptarlo», según dijo Arzalluz, centraron ayer el debate electoral. Arzalluz señaló que si EH votara a favor de Ibarretxe en la investidura, éste «no tendría más remedio que aceptar» ese apoyo, al considerar que «no hay ninguna fórmula para que en un Parlamento se desvirtúe el voto de uno de sus componentes».

Explicó que Ibarretxe «tendrá que actuar conforme a la votación que se produzca», si bien precisó que eso no supondría quedar comprometido posteriormente a Euskal Herritarrok. «Mientras ETA mate y no renuncie expresamente a esa vía, nosotros no tendremos ninguna clase de comunidad de acción con Herri Batasuna», puntualizó el líder del PNV.

Las declaraciones de Arzalluz fueron criticadas por el portavoz del Gobierno, Pío Cabanillas, quien señaló que el presidente del PNV «es capaz de ir de la mano de la violencia y sus cómplices» con tal de «mantener el poder». «Si Arzalluz nos dice que no tiene más remedio que aceptar los votos de EH nos confirma lo que ya todos sabemos: que por mantener el poder es capaz de ir de la mano de la violencia y sus cómplices. Estella sigue viva», dijo el ministro.

Para el secretario general del PSE de Alava, Javier Rojo, las manifestaciones de Arzalluz confirman la teoría de que el PNV «se va a resistir con todos los medios para no perder el poder». «El pacto con HB lo tienen y Arzalluz lo sabe. No sólo van a aceptar los votos de EH si les votan, sino que se los van a pedir, y si es así, el PNV dirá que tiene los votos legítimos», señaló Rojo.

El candidato a lehendakari del PSE-EE, Nicolás Redondo, demandó por su parte un compromiso público de todos los partidos democráticos que excluya «a quienes practican la violencia y a quienes no la condenan» de los pactos postelectorales y aseguró que, si llega al Gobierno, su principal objetivo será derrotar a ETA.

El Pleno del Senado condena el asesinato de Giménez Abad
El Pleno del Senado se reunió ayer con carácter extraordinario para condenar el asesinato del presidente del Partido Popular de Aragón y senador autonómico Manuel Giménez Abad, perpetrado por ETA el pasado domingo en Zaragoza. La presidenta de la Cámara Alta, Esperanza Aguirre, leyó una declaración institucional en la que expresaba la condena del Senado «con rotunda firmeza a este nuevo crimen». Aguirre señaló que «todas las víctimas del terrorismo lo son por defender la libertad de todos y por no plegarse a las pretensiones de los totalitarios». «Con su actitud de dignidad cívica y democrática y con el cumplimiento de su deber contribuyen a defender nuestra libertades y merecen por ello nuestra gratitud y admiración», añadió. Durante la lectura de la declaración institucional, el escaño de Manuel Giménez Abad estuvo ocupado por un ramo de rosas rojas y amarillas. El Senado concede a título póstumo la medalla de oro a Manuel Giménez Abad.