TW
0

El ex ministro del Interior José Barrionuevo podría volver a prisión, aunque sólo para dormir, por el secuestro de Segundo Marey. Así podría decidirlo el Pleno de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo en los próximos días, ya que no puede conseguir la libertad condicional por no haber cumplido dos tercios de su condena. El propio Barrionuevo, tras escuchar la ratificación de la pena que hizo el pasado viernes el Tribunal Constitucional, aseguró sentirse decepcionado por el trato que ha recibido de la Justicia española.

El Supremo decidirá en los próximos días si alguno de los nueve condenador por el 'caso Marey' debe volver a prisión, después de que el Constitucional decidiera el viernes ratificar todas las condenas. Para ello, el tribunal debe establecer cuanto tiempo de tiempo han cumplido los condenados y cuánto les queda por cumplir. Barrionuevo es el más problemático. El ex ministro fue condenado en julio de 1998 a diez años de cárcel, e ingresó en prisión el 10 de septiembre de 1998. El Constitucional suspendió cautelarmente esta condena el 29 de diciembre del mismo año, tras la concesión de un indulto parcial por parte del Gobierno seis días antes. Aplicando el derecho de gracia, el Ejecutivo redujo su condena a tres años y cuatro meses, de los que cumplió 109 días.

Para poder acogerse a la libertad condicional, tendría que haber cumplido dos tercios de la condena, en este caso dos años, dos meses y veinte días, algo para lo que Barrionuevo debería cumplir un año y diez meses más de cárcel. Eso sí, ahora mismo se beneficia de una situación de tercer grado restringido, y podría convertirse en régimen abierto, con lo que sólo tendría que ir a la cárcel para dormir. Si obtuviera redenciones de pena, podría conseguir antes la libertad condicional.

Barrionuevo aseguró sentirse decepcionado por el trato que le ha dado la Justicia española, aunque añadió que asume «todo lo que se hiciera mal en Interior» durante el tiempo en que fue ministro. «El que haya una sentencia condenatoria y otra que apuntala la que me condenó no destruye la realidad de lo que pasó hace 18 años».