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El nuevo ministro de Presidencia, Juan José Lucas Giménez, ha visto culminada hoy, a sus 56 años, una carrera política estrechamente vinculada a José María Aznar, que inició como concejal en su Soria natal hace 18 años, de los que la mitad ha estado al frente de la Comunidad de Castilla y León. Uno de los aspectos que más han marcado su carrera política es el papel decisivo que tuvo en la designación de José María Aznar en 1989 como nuevo líder nacional del PP, haciendo valer ante Manuel Fraga las cualidades para esta tarea del entonces presidente de Castilla y León.

Con su nombramiento como ministro, Lucas ve culminada una vieja aspiración de formar parte del Gobierno de la Nación, a pesar de sus reiteradas manifestaciones sobre su compromiso con su región de origen. Eterno «ministrable» en las últimas remodelaciones de los gobiernos de Aznar, Lucas ha logrado hoy sentarse en el Consejo de Ministros casi dos años después que su paisano y antecesor en la presidencia de la Junta, Jesús Posada, que hizo de puente, como presidente del Gobierno regional, entre Aznar y el propio Lucas.

Buen conocedor de la política nacional, como diputado y como directivo nacional del PP, desempeñó un papel relevante en la solución de problemas internos en diversos puntos de España como secretario general adjunto de organización territorial de su partido (1989-1991). Lucas, visiblemente emocionado, afirmó ayer que seguirá reivindicando Castilla y León desde su nuevo cargo. Mientras, el Comité Electoral del PP de Castilla y León designó por unanimidad a Juan Vicente Herrera Campo como candidato a la presidencia de la Junta.