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EFE - SAN SEBASTIÀN Los Reyes, el Gobierno, instituciones, partidos políticos, sindicatos y organizaciones sociales coincidieron ayer en destacar el sinsentido del último atentado de ETA y exigir a la banda terrorista que ponga fin a la violencia, después del asesinato ayer en San Sebastián de Ramón Díaz, cocinero de la Comandancia de Marina en la capital guipuzcoana. En respuesta a la acción terrorista, los Reyes enviaron un mensaje de condolencia a la familia de Díaz García, y don Juan Carlos expresó al Jefe del Estado Mayor de la Armada su condena por este «cobarde atentado».

El ministro Portavoz, Pío Cabanillas, expresó la «repulsa» del Gobierno por este asesinato, y dijo que éste es un ejemplo más del «total desprecio de los derechos fundamentales de las personas que tienen los terroristas». Para el ministro de Interior, Jaime Mayor Oreja, este asesinato «pone de manifiesto una gran desorientación» de ETA, ya que «si todos los crímenes son inútiles y absurdos, éste no tiene la mínima explicación, ni justificación» y se preguntó si «esto es avanzar en el proyecto de construcción nacional del País Vasco».

«¿Para qué matar a un cocinero, que además está en un barrio tan popular como el de Loyola de San Sebastián? ¿Qué pretende ETA?», sentenció Mayor Oreja. Mientras, el titular de Defensa, Federico Trillo, subrayó que si los miembros de las Fuerzas Armadas y de las Fuerzas de Seguridad son «objetivo permanente de ETA», también lo son «todos los españoles, y por ello todos tenemos que sentirnos víctimas de la banda terrorista».

Por su parte, el lehendakari, Juan José Ibarretxe, subrayó la necesidad de ofrecer «respuestas unitarias» a la barbarie ya que «el gran éxito» de ETA no es asesinar, «sino dividir a los que no pensamos como ellos». Tanto PNV como EA pidieron a ETA que deje de matar y escuche la voz de la «inmensa mayoría» de los vascos que quieren vivir en paz y libertad.