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Los populares catalanes superaron el debate congresual con un apoyo unánime a las tesis esgrimidas por el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Piqué, para imprimir al partido un «giro catalanista» y presentarse como única fuerza de centro en Catalunya frente a las «incoherencias ideológicas» de CiU y PSC.

La ponencia defendida por Piqué, en la que apuesta por un «catalanismo abierto y plural» tuvo un respaldo mayoritario, pese a las 30 enmiendas que presentó al redactado el eurodiputado Aleix Vidal Quadras. Las enmiendas promovidas por Vidal Quadras a la ponencia «el progreso de Cataluña», coordinada por Piqué, han sido rechazadas por 207 de los 227 congresistas que debatían este texto, mientras que ha recibido 11 votos a favor y 9 abstenciones. Este resultado ha sido calificado por Josep Piqué como «la expresión de la naturalidad y la normalidad, de lo que piensa realmente el Partido Popular de Cataluña», y ha insistido en que su ponencia defiende una «involucración en el proyecto común de España», señaló el ministro.

La ponencia de Piqué se refiere a Catalunya como «país» y aboga por los componentes «más positivos del catalanismo histórico», a la vez que sostiene la idea de que la relación entre Catalunya y España «no es meramente una cuestión de balances» y que «no son dos realidades opuestas».

Piqué mantuvo un enfrentamiento verbal con Vidal Quadras, quien tras el debate de las enmiendas criticó que la nueva línea adoptada por el partido no es una evolución, sino una «ruptura» con la línea tradicional del PP catalán. A estas declaraciones, Piqué respondió que «son una expresión que refleja el estilo político de Vidal Quadras, que hace compatible la gran brillantez intelectual con el exceso verbal». El ministro justificó su rechazo a incorporar ninguna de las enmiendas de Vidal Quadras a su redactado porque «él las planteó como una enmienda a la totalidad, por lo que yo he tenido que ofrecer también una respuesta global».