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EFE - BILBAO El secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, se mostró ayer preocupado por la evolución de la situación económica y también porque el Gobierno, en este contexto, se muestre «falto de reflejos, de pulso, sin iniciativas», críticas que los socialistas manifestarán a partir de hoy en el Parlamento.

Zapatero criticó al Gobierno por ofrecer a la sociedad sólo mensajes «negativos y pesimistas» en vez de dar respuestas ante el incremento de la inflación, la pérdida de competitividad o el aumento del precio de los carburantes. La actitud del Gobierno, a su juicio, se basa en «el inmovilismo y el silencio cuando España se juega en decisiones estructurales y de fondo seguramente su capacidad para ser una sociedad y una economía moderna y avanzada» y, además, cuando «muchísimos sectores» económicos empiezan a tener «serios problemas» en su actividad. Para el líder del PSOE, resulta preocupante que el Ejecutivo «esté más bien pensando simplemente en administrar las situaciones que vengan de fuera», en vez de promover un horizonte de desarrollo y modernidad para el país.

De otra parte, las pretensiones renovadoras del máximo dirigente socialista ya se han extendido a las instituciones. La reunión que hoy celebrará el Grupo Parlamentario Socialista servirá para realizar el relevo en sus portavoces. Como portavoz de Interior, Javier Barrero sustituirá a Ramón Jáuregui, que pasará a los asuntos de Política Social y Empleo. La nueva dirección parlamentaria de los socialistas se basa en la responsabilidad de los nuevos dirigentes del PSOE, que no podrán compatibilizar sus cargos en el partido con las portavocías en el Congreso. Por ello, de momento, quedarán vacantes los puestos que ocupaban los ahora miembros de la Ejecutiva socialista, entre ellos el propio Rodríguez Zapatero.