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EFE - SAN SEBASTIÀN El lehendakari, Juan José Ibarretxe, se ofreció ayer para «liderar un movimiento político e iniciativas que permitan superar el nivel de confrontación y de incomunicación» que viven los partidos políticos ante el problema de la violencia en el País Vasco. Destacó la necesidad de crear «una nueva iniciativa política por parte de todos, porque lo intentado hasta ahora no ha dado sus frutos».

Explicó, en este sentido, que el Gobierno vasco, el PNV y EA «hicieron un esfuerzo honesto por intentar avanzar en el proceso de paz» con el acuerdo de Estella, pero éste «no alcanzó los objetivos pretendidos y está invalidado por la violencia de ETA y la ceguera política de EH», mientras que «otros apostaron únicamente por las vías policiales, camino que tampoco ha permitido alcanzar la paz». Por este motivo, opinó que es preciso «establecer entre todos elementos de diálogo que permitan intentar una nueva iniciativa política para avanzar» a partir «del reconocimiento de lo que somos, de lo construido hasta ahora, de los ámbitos jurídico-políticos en los que vivimos y de las instituciones que tenemos».

Destacó la importancia de permanecer «unidos en el rechazo y la condena de la violencia» y de «reconocer, más allá de la violencia, la existencia de un conflicto de naturaleza política que es preciso resolver en el seno de la sociedad vasca» por medio del «diálogo».

Ibarretxe, quien indicó que en agosto ha mantenido contactos con las diferentes fuerzas políticas, anunció que no vetará a nadie en las reuniones previstas para la próxima semana, pues, según dijo, «el objetivo de cualquier proceso de diálogo no puede ser la exclusión a priori de nadie». En cualquier caso, admitió que «no se podrá constituir nunca ningún foro si sus interlocutores no renuncian a la violencia, no respetan lo construido hasta ahora y no admiten que desde las instituciones existentes es posible plantear cualquier solución de futuro».