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EFE - ZUMÀRRAGA La concentración celebrada ayer tarde en Zumárraga en repulsa del asesinato del edil popular Manuel Indiano volvió a evidenciar la división existente entre los partidos ante el terrorismo: PP y PSE-EE, por un lado, y los nacionalistas, por otro, cuyos representantes se repartieron entre dos pancartas.

La protesta comenzó sobre las 19.50 horas, una vez concluido el pleno celebrado en el Ayuntamiento, en la misma plaza del consistorio, donde se concentraron más de un millar de personas en torno a dos pancartas situadas una junto a la otra. Tras una de ellas, en la que se leía el lema en castellano «ETA no. Basta ya», se situaron el ministro de Administraciones Públicas, Jesús Posada, y el delegado del Gobierno en el País Vasco, Enrique Villar, así como dirigentes y cargos públicos del PP y PSE-EE. Junto a este grupo se situó, tras otra pancarta con el lema en euskera «ETA aski da. Herriak du hitza» («ETA, basta ya. El pueblo tiene la palabra»), los representantes del Gobierno Vasco, entre ellos el lehendakari Ibarretxe, la Diputación Foral de Guipúzcoa y el Ayuntamiento de Zumárraga.

El presidente del PP del País Vasco, Carlos Iturgaiz, aseguró que Ibarretxe le telefoneó por la mañana personalmente y le dijo que estaba a disposición de los populares «para lo que deseáramos». «Nosotros hemos deseado y decidido una pancarta y el lehendakari se ha colocado en otra. Son los hechos», subrayó Iturgaiz.