Aznar y su esposa posan junto al primer ministro de Polonia, Jerzy Buzek, y su mujer Lugarda.

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EUROPA PRESS - VARSOVIA El presidente del Gobierno, José María Aznar, aseguró ayer en Varsovia que el PSOE está siendo objeto de una «presión muy fuerte» para desligarse del consenso con el Ejecutivo en torno a la lucha antiterrorista y «espera y desea» que los actuales dirigentes socialistas sean «responsables de sus actos» y no vayan por «los caminos equivocados».

En una rueda de prensa ofrecida tras entrevistarse con el primer ministro polaco, Jerzy Buzek, Aznar explicó que, para hablar de la lucha de los demócratas frente al terrorismo, es preciso «hablar con toda claridad» a la opinión pública y que cada uno sea «responsable de sus actos y de sus decisiones». Aunque aseguró que cuando regrese a España hablará «largo y tendido» de este asunto dentro de unos días, indicó que hace unos meses ya advirtió de que iba a haber una «presión muy fuerte» sobre los socialistas para intentar que se desliguen de la línea de consenso con el Gobierno y que se presten a «determinadas maniobras».

«Espero y deseo que los dirigentes del PSOE sepan apreciar esa consideración y la importancia de que en el País Vasco se siga fortaleciendo una alternativa política basada en el consenso estatutario y las condiciones de respeto a las reglas del juego», aseguró. En alusión a la posibilidad de que los socialistas atiendan la llamada al diálogo del lehendakari Juan José Ibarretxe, el presidente Aznar indicó que, en el tema antiterrorista, ya se saben cuáles son los «los caminos equivocados». Frente a ello, insistió en que el Gobierno tiene «una posición muy clara» y que no participará en ninguna operación que pueda «inducir a confusión» en torno a la «validez de las reglas del juego democrático».