La periodista Victoria Prego leyó el comunicado elaborado por los directores de una quincena de periódicos titulado «No nos callarán» ante la campaña de hostigamiento por parte de ETA.

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El lehendakari, Juan José Ibarretxe, aseguró ayer que, con violencia por parte de ETA, el pacto de Lizarra «es un instrumento absolutamente invalidado», una afirmación ante la cual el Gobierno le ha pedido «hechos y no palabras». Ibarretxe afirma que «con violencia no vamos a trabajar en ningún sitio con EH, ni en Lizarra ni en nada».

«No es una cuestión de plazos o de matices. Hemos trasladado al mundo de Euskal Herritarrok que con violencia no hay posibilidad alguna de articular ningún proyecto político y que no vamos a caminar si no hay un espacio de ausencia de violencia», agregó. «ETA y la kale borroka tienen que desaparecer, es ETA la que liga proceso de paz y construcción nacional y ésa es la interpretación también del Gobierno de Madrid. Pues no, la paz es lo previo». Por otra parte, criticó al PP por «boicotear» las instituciones vascas, sobre todo siendo un partido que «tiene responsabilidades de Gobierno». A pesar de reconocer que ha sido ETA la que «ha frustrado» el proceso de paz, apuntó que también ha existido «un torpedeo» y una «mala gestión» por parte de José María Aznar y de su Ejecutivo. En cuanto a un posible adelanto de los comicios, el lehendakari aseguró que no tiene ninguna intención de convocar elecciones. Explicó que la salida no pasa por unas elecciones, «porque nos introduciría en un rifirrafe político espantoso, y volveríamos a cansar a la sociedad». Pese a ello, ha abierto la puerta a la reedición de un gobierno tripartito con el PSE en función del proceso de renovación del PSOE.

Las palabras de Ibarretxe han sido respondidas por el secretario general del PP del País Vasco, Carmelo Barrio, quien pidió al lehendakari que «exija con firmeza al PNV que abandone Estella, si es cierto que no tienen intención de trabajar con EH mientras persistan la violencia de ETA y la kale borroka».
En la misma línea, el ministro portavoz del Gobierno, Pío Cabanillas, advirtió al lehendakari que «ha llegado el momento de los hechos y no las palabras» para abordar la situación actual del País Vasco. Cabanillas ratificó la postura del Gobierno central de exigir un adelanto electoral. Para el portavoz, «la precariedad, la falta de definición y el desconocimiento, por parte del electorado vasco, de lo que ha sido el proyecto de gobierno por parte del Ejecutivo vasco justifican un adelanto electoral».

El ministro Portavoz del Gobierno tildó asimismo de «paradójico» el apoyo de la mayoría de los socialistas catalanes a Ibarretxe frente a la actitud que mantiene el socialismo vasco. Desde las filas socialistas, el portavoz del PSE-EE en el Parlamento vasco, Rodolfo Ares, consideró «importante» que Ibarretxe haya reconocido «el fracaso» de Estella, aunque ese reconocimiento haya sido «tardío», ya que le obligará a «reconducir» su política. No obstante, criticó el discurso en el que el lehendakari volvió a apostar por modificar la Constitución y celebrar un referéndum de soberanía en Euskadi.