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EFE - BOSTON (EE UU) El presidente de la Generalitat de Catalunya, Jordi Pujol, defendió ayer en la Universidad de Harvard, en Massachusetts, los procesos de globalización, pero siempre que se respete la identidad y los valores de los pueblos. Apenas un día después de concluidas las protestas de miles de personas en Washington contra la política del Fondo Monetario Internacional (FMI), Pujol habló de la globalización como un hecho «inevitable» del que también se pueden extraer consecuencias positivas.

En su conferencia titulada «Europa: globalización e identidad», el presidente de la Generalitat aseguró que se trata de conseguir un modelo de «globalización respetuosa». El político catalán desglosó en su conferencia las ventajas y también los riesgos de un proceso de globalización. Entre estos últimos enumeró la posibilidad de que «la globalización elimine la realidad social, humana y política existente». Puso como ejemplo la unanimidad de criterios a la hora de considerar al inglés como una lengua «universal» para los negocios y las comunicaciones, pero no se está de acuerdo, agregó, que eso suponga «la desaparición de otras lenguas, valores, identidad o tradiciones».

«Es bien sabido "dijo Pujol" que cada vez más la economía está condicionada por los mercados financieros globales», que la información agiliza las relaciones, que todo está organizado en redes globales y que los poderes públicos cada vez controlan menos. «Todo eso está provocando que la gente reclame cada vez más su identidad», agregó.

En Europa, ese fenómeno tiene características propias derivadas de su propia historia. Hay muchos estados denominados nacionales, pero también dentro de esos estados muchas regiones o, sobre todo, hechos colectivos de lengua, cultura y mentalidad.