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La Junta General de Accionistas del BBVA aprobó ayer en Bilbao una ampliación de capital del 7'5 por ciento, por valor de más de 500.000 millones, lo que supone la mayor de las efectuadas mediante aportaciones en metálico en el sistema financiero español. Esta operación, por un importe máximo de 220 millones de acciones, tiene como objetivo afrontar la expansión del grupo en Latinoamérica mediante la adquisición del 40 por ciento de la entidad mexicana Bancomer y la financiación de los proyectos del BBVA en el sector de nuevas tecnologías, explicaron los presidentes del banco, Emilio Ybarra y Francisco González. La Junta e Accionistas también aprobó las cuentas del ejercicio 1999, la reducción de capital de 5 pesetas por acción, que se devolverán a los accionistas como «prima de fusión», un plan de «stock options», la fusión por absorción de BBVA a Banca Catalana y Banco de Alicante y el nombramiento de Telefónica de España como nuevo consejero.

Los presidentes del BBVA pusieron de manifiesto que los planes de crecimiento del banco pasan por combinar «de manera adecuada la banca tradicional y la virtual» y para afrontarlos se procederá a la ampliación de capital citada, en la que podrán participar los accionistas.

La entidad bancaria apuesta por la 'nueva economía' aunque, el copresidente del BBVA, Francisco González, advirtió que se va a producir una criba en los negocios de Internet en los próximos meses.

El novedoso plan de acciones, o retribución variable impuesto por la entidad, estará ligado a la evolución de las acciones, con el propósito de fidelizar a los directivos del banco en el proyecto de BBVA. Los 237 directivos participantes percibirán la plusvalía correspondiente al número de opciones asignadas, multiplicada por el incremento de cotización de la acción BBVA sobre un nivel de referencia previamente establecido en 2.745 pesetas. El periodo de vigencia se circunscribe al Programa CREA, produciéndose el vencimiento del incentivo el 1 de enero de 2003. Para ser incluido en el programa de stock options, cada directivo tendrá que efectuar en el momento inicial una determinada e importante inversión en acciones del BBVA, que no podrán ser enajenadas hasta el final del Programa. Según el banco, de esta forma se consigue que cada directivo arriesgue su propio dinero, con lo que mostrará su confianza en el momento de cotización.

El total de opciones así comprometidas será de 15'4 millones. El banco contratará la oportuna cobertura en el mercado, de forma que el coste real para la entidad es moderado, y sólo representa el 0'3 de los beneficios antes de impuestos esperados en el período de tres años que se contempla.