Pujol logró sortear las críticas de miembros de su partido que pedían no dar el voto a Aznar.

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EFE - BELLATERRA El 78% de los miembros del Consell Nacional de CDC, máximo órgano de decisión del partido, aprobó la propuesta de delegar la decisión final sobre el voto de investidura en el secretariado permanente del partido, el órgano restringido de dirección que preside Pujol. De esta manera, se evitó que el Consell Nacional decidiera ayer directamente el voto en la investidura, lo que hubiera provocado una división en el partido, y optó por mostrar su plena confianza en el líder del partido, sabiendo que es firme partidario de votar afirmativamente.

La reunión de ayer culmina una semana de intensas gestiones de la dirección de Convergencia para convencer al partido de la bondad de la propuesta de Pujol de apoyar la investidura de Aznar sin cerrar un acuerdo con el PP. Esta propuesta, asumida el lunes por el secretariado permanente, provocó un amplio rechazo en la comisión ejecutiva celebrada ese mismo día.

El sábado volvió a reunirse la ejecutiva y adoptó una posición más moderada después de las gestiones efectuadas durante la semana por el propio Pujol y los responsables del partido. Según diversos asistentes a la reunión de ayer, Pujol defendió ante los más de trescientos miembros del Consell Nacional su propuesta de votar a Aznar para crear un clima de confianza con los populares, con el fin de poder negociar a lo largo de la legislatura sus demandas de mayor poder político y, especialmente, de mejor financiación para la Generalitat.

Pujol añadió otro argumento que los críticos con su propuesta echaron en falta el pasado lunes, y es que el voto a Aznar servirá para dar estabilidad al gobierno minoritario de CiU en Catalunya, que necesita los votos del PP esta misma semana para rechazar las enmiendas a la totalidad de los presupuestos para este año 2000.

El secretario general convergente, Pere Esteve, explicó en rueda de prensa que tras la intervención de Pujol han tomado la palabra 38 consejeros, la mayoría de los cuales apoyó la propuesta de Pujol, mientras que algunos defendían la abstención y prácticamente sólo los representantes de las juventudes del partido han defendido el no.