Aznar analizó ayer con sus colaboradores los resultados del 12-M
para preparar su intervención ante el comité ejecutivo nacional del
PP, que hoy celebrará su primera reunión tras la victoria del
domingo. La determinación de seguir gobernando «de la misma forma,
con el mismo talante y con el mismo estilo» que en la legislatura
anterior pese a no necesitar el apoyo de los nacionalistas, fue
apuntada por el secretario general del PP, Javier Arenas, quien
subrayó que «eso se va a mantener con todas las consecuencias».
Rodrigo Rato, Mariano Rajoy y Jaime Mayor Oreja, también
subrayaron la necesidad de mantener una actitud de diálogo con las
demás fuerzas y los nacionalistas «moderados y que respetan la
Constitución». Rajoy señaló que ahora «se abre una etapa de
moderación, equilibrio y sentido común» y expresó la esperanza de
que en la nueva legislatura «los nacionalismos no se radicalicen» y
el diálogo se mantenga. Aznar quiere que su Ejecutivo esté formado
en la segunda semana de abril. Previamente, se tiene que producir
la constitución de las Cortes, que tendrá lugar el 5 de abril. Tras
este cita, el Rey Juan Carlos suele dedicar tres días a consultas
para encargar la constitución del nuevo Gobierno, lo que sitúa el
debate de investidura en la semana del 10 de abril.
El procedimiento para la designación del jefe del Ejecutivo, que
recoge la Constitución en su artículo 99, explica que corresponde
al Rey, previa consulta con los grupos políticos con representación
parlamentaria, y a través del presidente del Congreso, proponer un
candidato, quien expondrá ante la Cámara el programa político del
Gobierno que pretenda formar, solicitando la confianza del
Congreso.
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