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AGENCIAS - BRUSELAS El pleno del Parlamento Europeo pidió ayer el fin de la violencia de ETA, después de guardar un minuto de silencio en memoria del diputado socialista vasco Fernando Buesa y de su escolta, Jorge Díez, últimas víctimas de la banda terrorista. El hemiciclo condenó el atentado y se sumó a la declaración de su presidenta, la centrista francesa Nicole Fontaine, que hizo un llamamiento a ETA «para que ponga fin definitivamente a la violencia y utilice las vías democráticas que existen en España».

La eurodiputada conservadora italiana Cristiana Muscardini llegó incluso a pedir a sus colegas que «no dejen la indignación en palabras y muestren voluntad política» a través de la organización de una gran manifestación contra el terrorismo en cada una de las capitales europeas. El portavoz socialista, Enrique Barón, leyó un texto del propio Buesa sobre Europa y el País Vasco en homenaje a su compañero asesinado, tras lo que intervinieron varios portavoces de distintos grupos para sumarse a la condena a ETA y «a aquellos que apoyan o muestran comprensión» hacia los terroristas, añadió el eurodiputado del PP Gerardo Galeote.

«No se puede simplemente lamentar que haya muertos como si fueran de un accidente de tráfico», dijo el diputado de IU Alonso Puerta para pedir la condena de las fuerzas que apoyan a ETA.

No compartió las críticas a esas fuerzas, aunque sí a la condena a ETA, el eurodiputado del PNV, Josu Ortuondo, quien apeló a los gobiernos «español y francés» a que tengan «la misma altura de miras» que Londres y Dublín en el proceso de paz en Irlanda del Norte. El único eurodiputado que se desmarcó totalmente del resto del hemiciclo fue el representante de Euskal Herritarrok (EH), Koldo Gorostiaga, quien intervino en inglés para acusar al Gobierno español de «poner trabas» a una solución «abierta y negociada al conflicto vasco» como ha sucedido en Irlanda del Norte. Entre las protestas del hemiciclo, Gorostiaga dijo que durante 19 meses sólo «ETA respetó su tregua unilateral mientras el Gobierno detenía a los negociadores».