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El portavoz del Gobierno, Josep Piqué, aseguró ayer que el Ejecutivo interpreta que el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, ha rectificado al portavoz parlamentario de CiU, Josep López de Lerma, quien acusó el miércoles al Gobierno de Aznar de no haber conseguido mantener la tregua de ETA.

Además, afirmó que el Gobierno mantendrá su voluntad de diálogo con los peneuvistas en el caso de un posible pacto postelectoral.
Piqué dio por buena la matización de Pujol, en la que pone freno a las palabras de su portavoz parlamentario responsabilizando al presidente del Gobierno del fracaso de las negociaciones con la organización armada.

Tras asegurar que no tiene nada que añadir a las palabras del vicepresidente del Gobierno, Francisco Alvarez Cascos, quien calificó de «injustas, desconcertantes e irresponsables» las palabras de López de Lerma, destacó que, después de escuchar a Pujol, interpreta sus declaraciones como una rectificación.

En este sentido, explicó que la posición de Pujol, quien aseguró que la única responsable de la ruptura de la tregua es ETA, es la misma que mantiene el Gobierno. «El señor Pujol ha dicho lo que el Gobierno entiende que es y que además está seguro que comparte la mayoría de la sociedad española, que es que los únicos responsables de la situación de violencia son los violentos», resaltó el ministro portavoz. Por esta razón, consideró que intentar, «desgastar» al Gobierno, como hizo el portavoz de CiU, con «pretendidos motivos electoralistas», es algo que «no merece más comentarios». Sin embargo, se mostró convencido de que López de Lerma está «arrepentido» de lo que ha dicho, «aunque se vea en la obligación de sostener lo contrario».

En cuanto a unas declaraciones del Obispo de Zamora, Juan María Uriarte, refiriéndose a la impaciencia e inflexibilidad de las partes en el proceso, Piqué negó ambos extremos. Respecto a la impaciencia, consideró que no se puede acusar de impaciente al Gobierno porque siempre ha insistido en que no era un proceso para impacientes.