El presidente del PNV, Xabier Arzalluz, acompañado por los portavoces de su partido en el Congreso y el Senado, oficializó ayer la ruptura de su partido con el Gobierno que preside Aznar.

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El presidente del Gobierno recordó que además de romper su acuerdo con el Ejecutivo, el PNV sigue, últimamente, una estrategia «rupturista» con la Constitución, el Estatuto, «los consensos políticos democráticos» y hasta el Partido Popular Europeo, del que fue uno de los fundadores.

En unas declaraciones a los periodistas tras la cumbre del PPE, previa al Consejo Europeo de Helsinki, Aznar afirmó que el camino decidido por el PNV «es profundamente equivocado», recordó a sus dirigentes que él se comprometió «personalmente» en el acuerdo roto por los nacionalistas y lo mantuvo «incluso en circunstancias difíciles» y auguró que, en el futuro, habrá de «lamentarse» de más decisiones del PNV.

El jefe del Gobierno indicó que estas decisiones son «responsabilidad» del PNV y ellos son «quienes deberían dar una explicación convincente, si es que la tienen».

Horas antes, el presidente del PNV, Xabier Arzalluz, aseguraba que el presidente del Gobierno, José María Aznar, «está incidiendo en la guerra del Norte, para sacar votos en el Sur», después de las críticas a su partido que el dirigente peneuvista calificó de «fuertes, duras y brutales» y que han provocado la decisión del PNV de no apoyar al Gobierno en la votación de los Presupuestos Generales del 2000.

Arzalluz reprochó a Aznar las declaraciones realizadas contra el PNV el lunes durante la celebración del XXI aniversario de la Constitución, sobre todo las alusiones a Hitler y a Kosovo "Aznar acusó al PNV de «estar más cerca de Kosovo que de la Europa de euro»". En opinión del presidente del PNV, fue «tal la demasía» de las declaraciones del jefe del Ejecutivo «que él da por cerrado cualquier trato con nosotros» en un momento en el que se tramitaba la aprobación presupuestaria para el 2000.