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El crecimiento de la economía española, que ha superado sensiblemente la media de la zona euro con un avance del Producto Interior Bruto (PIB) del 3'7 por ciento este año, mantendrá ese ritmo en el 2000 y será de un 3'5 en el 2001, según las proyecciones de la OCDE.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico revisó al alza sus previsiones en el informe semestral de perspectivas económicas, con respecto a las de mayo pasado cuando se preveía un crecimiento del 3'3 por ciento para este ejercicio y para el 2000 en España. El índice de paro, que bajará a finales de este año a un 15'8 por ciento "frente a un 20'8 en 1997", seguirá cayendo para situarse en un 14 por ciento en el 2000 y un 12'7 por ciento en el 2001, según el estudio. Pero advirtió que las presiones sobre los costes y los precios «sin duda» van a reforzarse en España, en parte por las implicaciones sobre las presiones de los salarios que puede tener la reducción del desempleo.

Subrayó que esas presiones inflacionistas se han acentuado, «sobre todo en los sectores protegidos», a pesar de las reivindicaciones salariales «moderadas».

En ese sentido, recuerda que ante «la evolución de los precios del petróleo y de la alimentación, la inflación (interanual) ha subido desde un mínimo del 1'4% en diciembre de 1998 al 2'5% en septiembre de 1999».

Para hacer frente a ese riesgo, apuesta por «intensificar el esfuerzo de saneamiento presupuestario para contener las presiones sobre la demanda» y señala como principales terrenos de reforma «los programas sociales, sobre todo las pensiones y la salud» y «el mercado de trabajo» para que sea posible «una fuerte progresión del empleo que impida la falta de mano de obra».

«La evolución de la tensión en el mercado laboral y la reacción de las reivindicaciones salariales a la reciente subida de la inflación» plantea un «importante riesgo», señala el informe.