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El presidente en funciones de la Generalitat, Jordi Pujol, aseguró ayer que quiere formar un Gobierno «monocolor» de Convergencia y Unió y que la remodelación del Gobierno actual será inmediata, sin esperar a la celebración de elecciones generales en la próxima primavera. Anunció además que, sean cuales fueren las ayudas parlamentarias que consigan, harán una política «nacionalista, integradora, negociadora y pragmática». «No estamos en una estado de interinidad. Si las cosas las planteara así yo podría esperar al cambio de Gobierno en el mes de abril, hasta después de las elecciones generales. No es así, cambiaré el Gobierno ahora», afirmó. Pujol dijo que se planteaba un gobierno «monocolor» de CiU, aunque es posible que haya algún independiente.

En cuanto a los posibles pactos de gobierno, Pujol aseguró que prefiere que ERC y PP le apoyen en el voto de investidura en primera vuelta, o que ambos partidos se abstengan y en una segunda vuelta salga elegido por mayoría simple. Pujol tiene fácil conseguir el apoyo del PP, que ya lo ha anunciado explícitamente de forma reiterada, pero le resulta muy díficil conseguir el apoyo de ERC.

El dirigente nacionalista señaló que el propósito de la próxima etapa es el de aplicar el programa de la coalición en cuatro grandes ámbitos: revisar la financiación autonómica; incrementar el autogobierno; seguir la política de crecimiento económico y modernización; y consolidar el Estado del Bienestar.

En cuanto a las declaraciones del dirigente del PSC, Pasqual Maragall, en las que insiste en gobernar la Generalitat por haber obtenido más votos, Pujol reiteró que CiU es el único grupo que puede formar gobierno en Catalunya tras los resultados electorales.

Aunque no quiso entrar a fondo en la propuesta de Maragall, recalcó que todo tipo de gente, desde Ribó a Carod, Almunia o algunos líderes PSC, «le han dicho a Maragall que su propuesta no tiene ningún tipo de base. En otro momento calificó de «discusión quimérica» el planteamiento del líder socialista.