El presidente del Gobierno, José María Aznar, y el jefe del Estado
francés, Jacques Chirac, expresaron ayer un compromiso «sin
reservas» para «doblegar» a ETA que, a juicio del francés, «no
puede cambiar» porque se fundamenta en una base «auténtica,
política, moral e igual a ambos lados de la frontera».
Respecto al desarrollo del proceso hacia la paz en el País
Vasco, Aznar criticó que se caiga «de modo continuo» en la llamada
«teoría del conflicto» en el País Vasco para justificar la
violencia y pidió a los que amparan la violencia callejera que
acepten las reglas del juego. El jefe del Ejecutivo lamentó,
además, que la iniciativa para hacer volver a los miembros de ETA
que están en el extranjero sin causas pendientes ha encontrado
«desgraciadamente» algunas «dificultades por personas o grupos que
la debían haber facilitado». No obstante, matizó, «es una
iniciativa muy interesante que está produciendo resultados y, en el
futuro inmediato, dará más: hacemos camino al andar y lo seguiremos
haciendo».
Por otra parte, Aznar advirtió que «una parte» de los que
justifican la violencia en el País Vasco necesitan «vitalmente la
expresión de cierto conflicto», aunque, «después de 30 años de
terrorismo, la gente quiere vivir en paz, y cuando se habla de
normalidad, hay que respetar las reglas del juego democráticas, los
que matan, secuestran, presionan a los demás e impiden una vida
normal deben dejar de hacerlo y no hay que pagar precio por
ello».
«Es su medio de vida», explicó Aznar, antes de preguntar dónde
quedaría «ese conflicto» si, a los 15 meses sin secuestros ni
asesinatos, se une el final de la violencia callejera o la
aceptación de las reglas del juego por parte de todos los partidos.
Para Aznar, «la tentación de volver al conflicto, justificando la
violencia, es una tentación en la que se cae de manera continua y
es ahí donde cualquier demócrata, esté donde esté, no debe
entrar».
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