Bilbao amaneció ayer con algunas céntricas calles plagadas de pintadas en contra de la detención de uno de los agresores de la Policía Municipal.

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Una guardia civil resultó ayer herido leve al ser atacada por un grupo de encapuchados la garita de vigilancia de una fábrica de armas en la localidad vizcaína de Gernika, mientras que dos mujeres sufrieron lesiones también leves al estallar un artefacto casero en Pamplona.

Sobre las doce y cuarto de la noche, unos quince individuos encapuchados se dirigieron a la fábrica de armas que la empresa Astra tiene en Gernika y lanzaron unos veinte artefactos incendiarios contra la garita de vigilancia, en la que se encontraban dos guardias civiles.

Tras perpetrar el ataque, que causó escasos daños materiales, los encapuchados abandonaron el lugar en dirección al centro de Gernika, que estos días se encuentra en fiestas.

Uno de los agentes de vigilancia resultó afectado levemente en un ojo por el impacto de uno de los artefactos y fue trasladado al hospital de Cruces, donde, tras ser atendido, fue dado de alta.

En Pamplona, sobre las 10'15 horas de la mañana, un artefacto casero compuesto por cuatro cartuchos de «camping-gas» estalló en el rellano de la escalera de un edificio, muy cerca de las oficinas de una empresa de trabajo temporal, acción por la que dos mujeres tuvieron que ser atendidas de intoxicaciones de carácter leve a causa del humo.

El artefacto, que apenas causó daños materiales a excepción del ennegrecimiento de las paredes, estalló en las escaleras de la casa entre la entreplanta, donde tienen su sede la ETT «Iruñampleo» y una constructora, y el primer piso del inmueble, donde viven varias familias.

Mientras, el detenido el lunes en Bilbao como uno de los presuntos autores de la agresión sufrida por policías municipales de Bilbao el pasado sábado continuaba ayer tarde en dependencias de la Ertzaintza.