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OTR/PRESS - LEON Lejos de zanjar las especulaciones respecto a la posibilidad de que el nuevo candidato del PSOE a la Presidencia del Gobierno sea la cabeza de lista socialista a las europeas, Rosa Díez, el ex jefe del Ejecutivo Felipe González las avivó ayer al asegurar en León que «a las puertas del siglo XXI estamos preparados para que una mujer sea la presidente del Gobierno». De esta forma, el ex dirigente del PSOE retomaba las palabras del secretario general de esta formación, Joaquín Almunia, quien el sábado dijo que esperaba «ver pronto a una mujer en la Presidencia de España que no sea del PP», aunque posteriormente situase sus palabras dentro de la «libre interpretación».

«Será decisiva la participación de una mujer en la política en el siglo XXI y como estamos a pocos meses de entrar en él considero que ya estamos preparados para ello», dijo González. A pesar de estas afirmaciones, basadas, según dijo, en que «la participación de la mujer en política constituye un elemento esencial», el ex dirigente socialista también declinó hablar sobre la posibilidad de que sea Díez la nueva aspirante del PSOE a La Moncloa.

Así, y tras calificar a Díez como «una magnífica candidata al Parlamento Europeo», se ciñó a la norma de la dirección del partido de no hablar sobre el nuevo aspirante socialista a la Presidencia del Gobierno hasta después del 13-J, cuando un comité federal debata sobre este asunto. «Ha sido una decisión de la dirección del partido que yo respeto», sentenció.

El ex presidente del Gobierno, quien se reunió y comió en León con cerca de 400 simpatizantes y militantes socialistas, apuntó, por otro lado, que el PSOE se encuentra en una «fase de recuperación» y aseguró que se ha producido un punto de inflexión en el PP, lo que en su opinión «supone que los socialistas se encuentran en un buen momento a pesar de los resultados de las últimas encuestas».

«A pesar de que el PSOE ha tenido algunos problemas de los que presumía el señor Aznar, estamos en una fase clarísima de recuperación, porque hay un punto de inflexión en el PP que se ha producido muy pronto, porque llega cuando llevan poco tiempo gobernando», afirmó. En tono irónico, afirmó que sería necesario «crear un centro de análisis sociológico para saber qué es lo que les pasa» a los populares. «Si las cosas les van bien, según las encuestas, no sé por qué se ponen tan nerviosos y a mí me llaman 'abuelo cebolleta' creyendo que a mí me molesta», apostilló.