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El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Jesús Posada, afirmó ayer que el Gobierno ha actuado «con mucha rapidez» en el caso de las gallinas belgas contaminadas con dioxina y que, incluso, «ha ido un paso más allá que la UE».

Posada insistió en que los consumidores españoles «no corren peligro alguno» porque se han inmovilizado todas las partidas procedentes de Bélgica. Matizó que, en todo caso, «las partidas belgas que entraron en España eran muy pequeñas porque somos autosuficientes en pollos, huevos, cerdos y piensos».

Quiso lanzar un mensaje tranquilizador a la población e indicó que «aunque alguna partida con dioxinas haya llegado al mercado», no existe peligro, pues han sido demasiado pequeñas como para que su ingestión pueda resultar un riesgo.

En este sentido, el Departamento de Sanidad del Gobierno vasco ha inmovilizado 174.000 kilos de alimentos con productos animales procedentes de Bélgica ante la posibilidad de que pudieran estar contaminados con sustancias tóxicas, informó el director de Salud Pública, Luis González de Galdeano.

Al tema de las dioxinas se refirió también la ministra de Medio Ambiente, Isabel Tocino, que denunció la emisión de dioxinas desde «vertederos no controlados, porque no se miden, en España y en Europa».