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Josep Piqué no tiene intención de dejarse dar lecciones de rigor ético por parte del PSOE. Así de claro lo dejó el propio portavoz del Gobierno, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, a modo de respuesta a las afirmaciones de José Borrell.

El titular de Industria aseguró no sentirse «aludido ni implicado» por las afirmaciones de Borrell, que hacía una clara referencia a diversos casos de corrupción que implican a altos cargos del PP, como son el ministro de Fomento, Rafael Arias Salgado, o el propio Piqué salpicado por el caso de las subvenciones de industria. Incluso al presidente del Gobierno, José María Aznar, se le ha relacionado con el 'caso Zamora'.

El portavoz del Gobierno subrayó, por su parte, que el PP está reaccionando y adoptando una serie de medidas respecto a los episodios que, en este sentido, han surgido en sus filas, lo que da muestra, en su opinión, de «la voluntad de pureza, de rigor democrático y ético» de la formación liderada por Aznar.

Al margen de todo ello, Piqué destacó que el Ejecutivo «no va a hacer ninguna valoración de lo que son procesos internos de cualquier fuerza política democrática y, por supuesto, del principal partido de la oposición». Pero sí aconsejó a los socialistas que tengan una «estructura de dirección y unos planteamientos fuertes y sólidos que puedan contribuir, a través de iniciativas, a la gobernación del país».

Para que el PSOE sea una alternativa al PP a corto plazo, debería existir en su seno, a juicio del portavoz del Gobierno, «una unidad de criterio y una dirigencia clara». Lo deseable sería, añadió, que los socialistas lograsen superar lo antes posible esta situación.