El presidente del Gobierno, José María Aznar, participó ayer en la Convención Nacional del Partido Popular con personas de la tercera edad.

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El presidente del Gobierno y del PP, José María Aznar, indicó ayer que no aceptará «ningún precio» por que ETA deje de matar y conseguir la paz en el País Vasco y advirtió, por otra parte, que «las políticas de exterminio y eliminar físicamente al adversario no triunfarán en ningún sitio».

Ante unos 6.500 mayores que asistieron a una Convención Nacional del PP en Valencia, Aznar afirmó que «la estabilidad institucional, la Constitución y los Estatutos son la referencia para el siglo XXI» y que «no es momento de relecturas ni reinterpretaciones», sino de consolidar «el pacto de convivencia» de la Carta Magna.

Aznar también reclamó el apoyo y la solidaridad de los españoles para hallar una pronta solución en el conflicto de Kosovo y que los desplazados puedan regresar lo antes posibles a sus hogares.

«Luchamos con muchas naciones para que en Kosovo se pueda vivir en paz, en convivencia, no se mate a nadie y se pueda vivir libre y pacíficamente, sin ser asesinados; y lo vamos a seguir haciendo» porque, dijo Aznar, «nuestra obligación es conseguir que cuanto antes vuelvan a su tierra y se acaben las políticas de terror y limpieza étnica». En este sentido, garantizó que seguirá «trabajando» para que estas «políticas de exclusión» no triunfen.

El presidente del PP aprovechó el acto del PP para hacer un balance de sus tres años en el Ejecutivo y frente a los augurios de quienes decían que «el Gobierno iba a ser débil» recordó que su Gabinete ha sido el más largo del último período democrático.

También destacó que, en 17 meses, la sociedad consiguió entrar en el euro, «pese a los que decían que el Gobierno era incapaz de tomar medidas», y, en tres años, «hay más hospitales, más colegios y mejores pensiones» y «no hemos acabado con la sanidad, la educación y las pensiones como algunos pronosticaban».

José María Aznar resaltó «la gran movilización de la sociedad española», animó a continuar con la política de reformas y defendió la estabilidad política como «el camino correcto para conquistar el futuro».

«La estabilidad institucional garantiza convivencia, tranquilidad y paz para todos» y, por eso, según Aznar, «hay que mantener seriamente el gran pacto de convivencia» que con la Constitución y los Estatutos suscribimos hace 20 años.

A su juicio, «no es momento de reformas, relecturas ni interpretaciones, sino de volver a reafirmar que aquello que ha dado éxito nos sirva para entrar en el siglo XXI con paz y progreso, y que nadie lo quiera romper de ninguna manera».